Los colores
¿Por qué se eligieron esos colores para la Bandera Nacional? Esta es una pregunta que se han hecho los historiadores desde siempre y muchas son las hipótesis que se han formulado en torno a este tema.
Veamos:
Sentimiento religioso: Los colores celeste y blanco figuran en el manto de la Virgen María. Belgrano rindió culto a la Virgen de Luján, bajo cuya advocación se inició el Consulado de Buenos Aires.
Cruz y banda real: Figuraban en ambos símbolos de la orden de Carlos III y figuraron también como insignia de la soberanía castellana y aragonesa, en la banda de los Reyes Católicos. Los partidarios de Fernando VII y la Junta Gubernativa los emplearon en oposición al rojo de los partidarios de José Bonaparte.
Insignia del Consulado: La bandera izada al frente del Consulado de Buenos Aires ostentaba los colores celeste y blanco, los mismos del manto de la Virgen protectora del mismo.
Distintivo de la resistencia durante las invasiones inglesas: Fue celeste el color de los moños, lazos y cintas que utilizaron desde el 14 de julio de 1806 para reconocerse entre sus miembros. Los usaron en los ojales de los chalecos y casacas.
Divisa de la Sociedad Patriótica: El color celeste fue típico en las cintas que como divisa usaron los miembros de la Sociedad Patriótica entre 1810 y 1811.
Divisa de los morenistas: En oposición a los saavedristas, tal como consta ea el sumario instruido a raíz de la asonada del. 5 y 6 de abril, los morenistas utilizaron cintas azules y blancas.
Color incásico: El azul constituyó color predilecto en los ornamentos áulicos de los Incas del Perú.
Influencia de otras ideas revolucionarias: El azul -excluido el rojo como color dominante en la insignia española- habría sido tomado de la nueva bandera de Francia, país al que pertenecían muchos de los escritores, filósofos, economistas, etc., de cuyas ideas se nutrieron los prohombres de Mayo.
Concepción ideológica: El azul (azur o blao en el arte heráldico o blasónico) simboliza los ideales de justicia, verdad y fraternidad, señalados en nuestro escudo por el campo superior de la elipse.
Concepción poética: El azul y el blanco tendrían origen en la concepción poética que los presupone como inspirados del cielo y las nubes.
Cruz y banda real: Figuraban en ambos símbolos de la orden de Carlos III y figuraron también como insignia de la soberanía castellana y aragonesa, en la banda de los Reyes Católicos. Los partidarios de Fernando VII y la Junta Gubernativa los emplearon en oposición al rojo de los partidarios de José Bonaparte.
Insignia del Consulado: La bandera izada al frente del Consulado de Buenos Aires ostentaba los colores celeste y blanco, los mismos del manto de la Virgen protectora del mismo.
Distintivo de la resistencia durante las invasiones inglesas: Fue celeste el color de los moños, lazos y cintas que utilizaron desde el 14 de julio de 1806 para reconocerse entre sus miembros. Los usaron en los ojales de los chalecos y casacas.
Divisa de la Sociedad Patriótica: El color celeste fue típico en las cintas que como divisa usaron los miembros de la Sociedad Patriótica entre 1810 y 1811.
Divisa de los morenistas: En oposición a los saavedristas, tal como consta ea el sumario instruido a raíz de la asonada del. 5 y 6 de abril, los morenistas utilizaron cintas azules y blancas.
Color incásico: El azul constituyó color predilecto en los ornamentos áulicos de los Incas del Perú.
Influencia de otras ideas revolucionarias: El azul -excluido el rojo como color dominante en la insignia española- habría sido tomado de la nueva bandera de Francia, país al que pertenecían muchos de los escritores, filósofos, economistas, etc., de cuyas ideas se nutrieron los prohombres de Mayo.
Concepción ideológica: El azul (azur o blao en el arte heráldico o blasónico) simboliza los ideales de justicia, verdad y fraternidad, señalados en nuestro escudo por el campo superior de la elipse.
Concepción poética: El azul y el blanco tendrían origen en la concepción poética que los presupone como inspirados del cielo y las nubes.
Adaptado de Fernández Belisario y Castagnino, Eduardo: Guión Belgraniano, Buenos Aires, Ediciones López Negri, 1951, p. 172-174.
IMAGENES DEL ACTO EN LA ESCUELA